Bueno, finalmente estoy acá. Estoy en la habitación del Backpackers, estoy viendo el sol, cómo se esconde en el horizonte. Sensaciones varias.
Estoy sentada y siento que el piso se mueve, como el movimiento del avión.
Pero empecemos por el aeropuerto, en Buenos Aires. Hice un acto de caridad, le devolvi unos lentes Rai-Man a un yankee que se los había olvidado en un asiento.
Reevindicando la fama argentina. En el avión, empecé a sentir la diversidad, aeromosas malayas. Con ropas caracertísticas.
Las indicaciones de seguridad en cuatro idiomas. Una pantalla individual en cada asiento. Una comida detrás de otra. Posibilidad de ver tres películas diferentes. Japoneses, malayos, argentinos, chilenos, chinos, ingleses, alemanes, blancos de sudáfrica, pocos negros.
Un crisol de razas.
A mi lado, una pareja de mieleros directo a Thailandia.
Una pareja de hombres, llendo a Cape Town.
Me encantó Bs As desde el aire en la noche. Vi las autopistas, filas de luces que se movían, espacios vacíos, sín luces, sin nada, y después otra vez ciudad. En la noche las estrellas, la luna iluminando, el cielo despejado y bajo nosotros un piso de esponjosas nubes. Al amanecer, nubes blancas, sin ningún espacio. No se podía ver el océano, pero sabíamos que estábamos sobre él.
Al divisar Sudáfrica, no pude evitar llorar un poco. Fue como ver hecho realidad mi sueño.
Al llegar, me equivoque de salida y tuve que pedir ayuda. Ahi me di cuenta que nosé nada de inglés, pero en Sudáfrica hablan un inglés raro.
Cuando finalmente me llevaron donde ten;ia que estar, not;e algo. Mucha gente de color, una ni me mir;o, la de la visa.
Al salir, no había nadie con un cartel que dijera, MARIA DEL MAR. Miré, busqué por todos lados. Me vieron perdida. Un flaco me preguntó. Le dije que esperaba que me fueran a buscar. No llegaban. Me ofreció llevarme. Pero por suerte vino otro, me preguntó y me dijo que fuera a informes, llamara al backpacker, para que vinieran por mí.
Hablé y me indicaron que esperara en una mesa. Así fue como llegó Jama, mi primer contacto. Nunca va a saber, lo que significó para mi que me hablara y me encontrara. Por un momento me sentí perdida. Mucha gente de color, por todos lados, pero son tratados diferentes, por que creo, la mayoria tiene otra capacidad económica.
Llegamos al hostel y en el camino les hice muchas preguntas. Fue muy bueno. Al llegar al hostel, hablé con Max, una chica muy linda y amable. Me ayudó, me indicó cambiar el dinero por Rands. Me enseñó varias palabras, siento que podemos aprender, tiene 21 años y trabaja acá. No había hablado con blancos hasta recién, pero no la diferencia. Ellos hablan inglés y consideran que todos tienen que hablarlo.
Yo estoy aprendiendo Zulu y otro idioma. Prefiero conocer sobre ellos, estar con ellos que ser una tursita y no saber nada, observar y ser totalmente profiláctico.
Les enseñando palabras, porque me preguntan. Igualmente, tengo que decidir qué voy a hacer estos días hasta que empiece el tour.
Hello: Sabona (Zulu) Dumela (Sotho)
How are you?: Un jani (Zulu) Lekae (Sotho)
Fine: ngikhona (Zulu) Keteng (Sotho)
El chico que me enseñó Zulus Dlozi. Ya es de noche, cansé a todos hablando. Porque no sólo hablo mucho, si no que en un inglés paupérrimo. Me doy cuenta porqué siempre pasmaos por ser presumidos. Hice lo que hace todo el mundo, hablar de mi país, lo bueno que es, el mate, etc.
Soy una tarada. Me veo y me doy cuenta que soy una persona sola tratando de caer bien. Pero era tal cual, ahora me doy cuenta las bellezas de mi país.
Hoy sufrí lo que es un país contaminado. Nosé porqué pero todas las indicaciones no las pude encontrar. En el Aeropuerto y en el shooping. El Shooping es un caso aparte, está diseñado para ir con el auto y estacionar en el interior del mismo. Nada de ir caminando, sólo lagente de color va caminando.
Por momentos, sentía en Buenos Aires que la discriminábamos a la gente que es del interior o de otros paises de América del Sur, pero hoy me di cuenta que acá discriminan mucho.
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